Su nacimiento es luz para la humanidad

El Profeta, sal-la Al-lahu Aleihi wa sal-lam, tenía una generosidad ejemplar.

No rechazaba a cualquiera que le pedía una necesidad, si él era capaz de satisfacer su necesidad; un hombre le pidió que le diera el traje que llevaba, él, sal-la Al-lahu Aleihi wa sal-lam, entró en su casa, se lo quitó y luego salió con la vestimenta en la mano y se la dio.

En los libros de Sahih Al-Bukhary y Muslim, en la autoridad de Yabir, que Allah esté complacido con ambos, dijo: siempre que se le pedía algo al profeta, sal-la Al-lahu Aleihi wa sal-lam, por el bien de abrazar el Islam él, sal-la Al-lahu Aleihi wa sal-lam, se lo daba. Un día, un hombre le pidió que le diera una cantidad de ovejas que cubría la distancia entre las montañas y él se las dio. Este hombre regresó a su pueblo diciendo: ¡Oh pueblo abracen el Islam. Muhammad da como si no temiera la pobreza.

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