Bruce Paterson, Ex-Cristiano, UK

Me gustaría tener la oportunidad de compartir con ustedes mi viaje hacia el Islam, y siento que al compartir esta experiencia con ustedes los puedo ayudar en su viaje por la vida.  Todos nacemos en diferentes culturas, países y religiones en lo que a menudo parece un mundo confuso y agitado.  En realidad, cuando examinamos el mundo a nuestro alrededor, podemos ver fácilmente que en que estado problemático se encuentra: guerra, pobreza y crimen.  ¿Necesito continuar?  Aun así cuando vemos nuestra propia crianza y educación, ¿Cómo podemos estar seguros de que todas las cosas que nos han dicho, son realmente ciertas?

Desafortunadamente, la mayoría de las personas en el mundo deciden intentar esconderse y escapar de los problemas en lugar de ponerse de pie y lidiar con la verdad.  Lidiar con la verdad es a menudo un camino muy difícil de seguir.  La pregunta es: ¿Vas a escapar y esconderte como los demás?

Comencé mi búsqueda de la verdad hace algunos años atrás.  Quería descubrir la verdad acerca de nuestra existencia.  Seguramente, comprender la vida correctamente es una clave para resolver todos los problemas mundanos a los cuales nos enfrentamos hoy en día.  Nací en una familia Cristiana y es allí donde comenzó mi viaje.  Comencé a leer la Biblia y a preguntar.  Rápidamente me sentí insatisfecho.  El cura me dijo: “Tu solo tienes que tener fe”.  Al leer la Biblia me encontré con contradicciones y cosas que claramente están mal.  ¿Dios se contradice a sí mismo? ¿Dios miente? ¡Claro que no!

Dejé el cristianismo pensando que las escrituras de los judíos y de los cristianos estaban corrompidas, por lo tanto no hay manera de poder distinguir lo verdadero de lo falso.  Comencé a investigar las religiones y filosofías orientales, particularmente el budismo.  Pasé mucho tiempo meditando en los templos budistas y hablando con monjes budas.  En realidad, la meditación me hizo sentir muy bien.  El problema fue que no respondía a ninguna de mis preguntas acerca de la realidad de la existencia.  En cambio, cuidadosamente las evitaba de un modo en que parece incluso estúpido hablar de ello.

Viajé a muchos lugares del mundo durante mi búsqueda de la verdad.  Me interesé en las religiones tribales y en la vida espiritual.  Encontré que muchas de estas religiones decían que tenían la verdad, pero nunca pude aceptar la religión como verdadera.  ¡Era igual a cuando comencé con el cristianismo!

Comencé a pensar que todo era verdad y que no importaba lo que creyera o lo que siguieras.  Aunque seguramente esta es una manera de escapar.  Es decir, tiene sentido: ¿Una verdad para una persona y otra para otra? ¡Sólo puede haber una verdad!

Me sentí confundido, me arrodillé en el suelo y recé: “Oh Dios, por favor, estoy tan confundido, por favor guíame hacia la verdad”.  Fue así como descubrí el Islam.

Por supuesto, siempre supe algo acerca del Islam, pero sólo lo que se escucha en el Occidente.  Me sorprendí con lo que encontré.  Mientras más leía el Corán y preguntaba acerca de las enseñanzas del Islam, mas verdades recibía.  La sorprendente diferencia entre el Islam y cualquier otra religión es que el Islam es la única religión que distingue estrictamente entre el Creador y la creación.  En el Islam, adoramos al Creador.  Simple.  Encontrarás, sin embargo, que en otras religiones hay alguna manera de adoración que involucra a la creación.  Por ejemplo, adoración de hombres como encarnaciones de Dios o piedras, es algo común.  Aunque seguramente, si vas a adorar algo, tendría que ser al que creó todo.  El que te dio vida y el que te la quitará.  De hecho, en el Islam, el único pecado que Dios no perdona, es la adoración de los seres creados.

Sin embargo, la verdad del Islam se puede encontrar en el Corán.  El Corán es como un manual de guía para la vida.  En él encontrarás respuestas a todas las preguntas.  Para mí, todo lo que he aprendido acerca de las diferentes religiones, todo lo que creí que era verdad, encajaba como las piezas de un rompecabezas.  Tenía todas las piezas juntas pero no sabía como armarlo.